Otro año... después de los primeros 22 como que pierde la gracia aquello de los años. Por ahí leí que decía Groucho Marx que ser viejo no tiene nada de grandioso, sólo tienes que mantenerte vivo lo suficiente. (Me viene valiendo madres que solo ya no se acentúe, pueden besar mi hermoso trasero, já, quisieran...) Y es cierto, es cosa de no morirse y eventualmente llegas a esas edades de canas y achaques donde se le adjudica sabiduría y experiencias a esas personas. Lo de los achaques sí pasa, pero lo de la sabiduría no es una regla, tampoco crean que por sentarse en una silla a enmohecer y crecer raíces va a llegar el hada de la sabiduría y los va a iluminar.
En Facebook leí que varias personas tuvieron un mal año, y hablaban de esperar un año mejor. No es que yo no; no fue bueno mi 2010, pero tampoco fue particularmente malo. Me metí a hacer cosas que de no ser por todo lo "malo" que pasó en el año no hubiera hecho, aprendí mucho de mí en los ultimos seis meses, por fin comprendí (segun yo) el valor del dinero y la importancia de no despilfarrarlo. Aprendí a no necesitar tanto de otras personas ni poner todos mis huevos en una canasta.
La verdad es que también hay cosas que he olvidado, personas que dejé atrás porque soy una mamona voluble que le encanta hablarle a la gente pero luego de un rato le da hueva y prefiere leer o bajar películas o dormir en vez de salir a orearse. Olvidé en algún momento cómo ser divertida según mi BFF. Tal vez sí, pero en realidad lo que tengo es desinterés por agradarle a las demás personas. No tengo que demostrarle nada a nadie. Es más, sería el regalo perfecto un tank top que diga "it really is not my damn problem" o "spare me the fucking headache, just stfu".
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