February 1, 2010

Un Lúnes de No-Puente

Hoy fui a la escuela porque tenía que exponer sobre el renacimiento. Hoy, de todos los dias... pude haber estado en cualquier otro lugar haciendo cualquier otra cosa, pero ahí estaba yo en una clase a la mitad del dia, cosa que me hace sentir como que pierdo el tiempo y no puedo aprovechar ni las primeras ni posteriores horas a dicha materia. A la mierda con respetar las fechas que da el gobierno para los puentes (a lo que yo no le veo la utilidad más que la de chingar) pero sí hay que amenazar de huelga y crear dos sindicatos pederos como si uno no fuera suficiente. Pinches sistemas educativos pendejos, si no pagas por ir a vacacionar a un campus bonito con un montón de judíos adinerados, te ahorras tu dinero para aprenderte puros tecnicismos y nulificar tu voz, blah. Al final de la clase me di cuenta de que no iba a exponer y por muy interesante que fuera la cátedra de mi sudamericano profesor me había quitado el tiempo y las ganas de hacer el resto de mi tarea.

Aunque puedo decir que mi día no empezó ahí, la tortura comenzó desde las cuatro de la mañana, cuando me desperté porque había soñado que vandalizaban el centro y sus alrededores, entre ellos mi casa y el negocio de mi mamá que está abajo. Nunca había visto a mis papás tan desolados. Nunca había sentido un vacío en el estómago tan grande y angustiante como en ese momento. La casa de mi novio no se vio afectada. Y ahí comienza la magia de los sueños: creo que se generaron tres líneas de tiempo del mismo sueño. Una en la que Mau no quería ir por mi porque le quedaba muy lejos y la gasolina y... La otra es que fue o estaba conmigo pero no quería llevarse a mis papás (que tanto en el sueño como en la vida real estan irremediable e irreconciliablemente peleados) porque cómo se los iba a llevar si los odiaba tanto y yo cómo me iba a ir y dejarlos ahí. Eso me puso inmensamente triste cosa que no me pasa muy a menudo con este tema. La última era que nos ibamos en la camioneta de carga que tiene mi mamá; papá, mamá, perro, hurón e hija, con las pocas pertenencias que quedaban (me di cuenta de que si tuvieramos que empezar en otro lugar, aparte de las casas no tenemos nada de valor que vender ni mucho menos que nos pudieramos llevar para subsistir en uno de estos casos y claro que no podíamos llevar el Bora). Ninguna de las opciones me alegró, fue muy raro aunque sólo fuera en un sueño sentirme tan pequeña. Uno está muy desprotegido sin su casa. En esas estaba cuando me desperté y vi mi celular. Muy temprano para dejar la cama. Después de varias vueltas volví a soñar; esta vez era un mundo futurista... ish, en donde mi papá estaba en silla de ruedas y eramos pobres (no pobres de pedir comida en la calle, pero sí pobres como de vendedor de seguros de puerta en puerta). Mi mamá y yo íbamos al doctor a un chequeo general en donde descubrían que se nos estaba cayendo el iris. Se veía como cuando intentas arrancar una estampa con la uña, una como esquinita doblada, se veían organos raros atras o sangre o algo. El problema era que el tratamiento era carísimo y mi papá estaba todo angustiado por no tener el dinero. La cosa de mi papá es que tan grosero como pueda llegar a ser, es alguien que siempre se ha preocupado porque no tengamos carencias de ningún tipo. Vuelvo a despertar. Todavía es muy temprano así que sigo dando vueltas hasta que estoy en alguna oficina y tengo en mis manos un N900 de Nokia (por el cual muero) y lo estoy comprando pero yo creo que por todo lo que había soñado antes no me hace felíz. Abro los ojos y está mi mamá diciendome cosas como si supiera que yo estoy despierta, lo único que alcanzo a oir es "entonces vas a desayunar con nosotros?" le respondo que sí y se va. Carajo! Ya se me hizo tarde.

No se que signifique lo que soñé, se me ocurre que es el miedo que tengo a tener que elegir entre Mau y mi familia, o a quedarme sin casa o el asco que me siguen dando los ojos como órgano y las ganas omnipotentes que tengo de poseer el celular que ya mencioné. Pero luego lo superé, no puedo hacer nada con respecto a esos temores, ascos o deseos, so why worry?

No quiero saber nada de mi tarea, no tengo ganas de hacerla, me parece poca cosa e innecesaria, sin lugar a cuestionamientos ni desarrollo de la creatividad, ni siquiera como una herramienta que vaya a utilizar cuando ya trabaje. Mis pensamientos de secundaria. Por eso me di tiempo para el ocio, contrario a lo que digo en las entrevistas disfruto mucho mi ocio. Me encanta, sin algo mejor que hacer, ponerme a leer revistas, crear escenarios guajiros e historias inconclusas. Aunque no exista nada que no haya sido creado previamente.
En esa línea de pensamiento ¿Cómo logran los artistas de medio pelo ser reconocidos y sublimados? ¿Es que nos encontramos en medio oscurantismo a la plena luz de un monitor de Mac con Protools, Photoshop y sus similares? Somos buenos imitadores, reorganizadores visuales y auditivos, pero más allá o más acá no hay una inovación que nos haga saltar del asiento. ¿Será la existencia de malos inventores sumado con la apatía de un bello público que, aturdido por los medios, gusta de no asombrarse? ¿O es que en realidad mucha mucha muuucha de la música, de los comerciales o las películas no ofrecen un reto al espectador? A pesar de que somos un discurso con patas (disfrazándonos de lo que proyecte, resuma y simplifique todo lo que somos para el mejor entendimiento de quien nos vea) no somos algo nuevo. No estoy diciendo que hay que encontrar el hilo negro (dudo que exista tal) pero hay algo en las ideas que pegan, una forma de presentarlas, que son lo mismo que se ha venido masticando desde siempre, pero por algún cambio en la presentación, un buen timming, el estudio dedicado de cuando y cómo hacerle para que una idea digerida y regurgitada por generaciones vuelva a fascinar. Es muy diferente eso a la saturación indiscriminada de los medios, de las personas, que nos zombifica, nos convierte en más de lo mismo sin el punchline de la inovación.

Basta, mi tarea no se va a hacer sola.

Fotos random... después

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