August 3, 2010

Creo que llevo tres días de estar encerrada en una casa que no es la mía. No es que no quiera regresar a mi casa, pero no quiero salir de aquí. La verdad sí tengo un poquito de miedo, eso y que un tiempo lejos de mi familia nunca está de más. Le dije a mi mamá que me llevara una maleta con cosas específicas, como siempre y para no decepcionar a la audiencia, le encargó a la muchacha que metiera todo al chile y olvidaron mi libro de Romain Gary. Soy de esas personas que cree que los libros son cosas mágicas que llegan justo en el momento correcto. Me lo habían prestado pero no lo había abierto hasta hace poco y si lo hubiera abierto unos días antes o después no hubiera cobrado tanto sentido. Y así me pasa con la mayoría de los libros. No se qué hacer sin mi libro, no es lo mismo bajar un PDF. Puedo parecer anticuada pero agarrar un libro, pasar las hojas, poderte echar en cualquier lugar sin preocuparme por la pila o que ya se calentó la lap.
Entiendo que es muy fácil no leer, sólo es cosa de dejar el libro en el estante y prender la TV, pero no entiendo por qué alguien querría hacer eso. Sí, me estoy haciendo vieja...

He descubierto muchas cosas y no estoy segura de que hacer con ellas; puedo, por ejemplo hacer como que no vi nada y justificar la situación "si yo también lo hago y él no lo sabe, por qué tendría que molestarme sólo por haberme enterado", también está el "no le puedo decir porque andar de chismosa en sus cosas estuvo mal", o aplicar el "there's things you can't unsee" y decirle. ¿Y luego qué? No va a cambiar sólo porque le diga y me moleste o porque no lo haga. Sigo debatiéndome entre irme y dejar de tener miedo o quedarme a ver qué pasa.

Extraño a Mija.

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